Design Lifer

Llegas el lunes temprano a tu oficina, prendes tu máquina mientras te preparas el primer café para comenzar la semana cumpliendo con una pila de pendientes. Te das cuenta que algo anda mal, tu computadora tiene la pantalla en blanco y no logra cargar el sistema. Sin pretender ahondar mucho la reinicias esperando que se trate de algún error que no tiene mayor relevancia, pero ocurre lo mismo.

Cuánto cobrar es uno de los temas más difíciles. No puedes calcular un sueldo fijo porque tiene una relación directa con tus ingresos, más aun si decidiste asociarte con alguien. Lo primero que debes hacer es vislumbrar la forma en la cuál generarás tus ingresos.

El trabajo que en Estados Unidos realizan dos y hasta tres profesionistas, en México basta uno solo para lograrlo. Sin embargo, en un enfrentamiento uno-a-uno el norteamericano es más productivo, ofrece mayor ganancia. ¿Es culpa de nosotros?, ¿de la sociedad en que nos desenvolvemos?, ¿podemos hacer algo al respecto?

El título que acompaña a la columna de hoy es una frase dicha por Paul Rand, uno de los diseñadores más destacados de nuestros tiempos, y sirve como énfasis en la trascendencia del diseño en los tiempos que vivimos.

Diseñar para que la gente sea más feliz en donde vive toma un sentido diferente a lo que estoy acostumbrado a escuchar en los eventos de diseño.

En todas las profesiones que ofrecen servicios, el tema del cliente es muy popular, nos encanta hablar de él y hacemos catarsis cuando no nos paga, nos pide cosas imposibles, se hace el loco con las solicitudes o quiere darnos la vuelta para que le hagamos un descuento.

Sin duda alguna el tema de esta semana ha sido Google. No hay un solo portal dedicado al diseño que no publique una nota al respecto: si es mejor o peor, funciona o no hasta el famoso «Me gusta/no me gusta».

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¿Qué opinas de la imagen de los Juegos Olímpicos de París 2024? ¿Qué tal el de Volkswagen, que hizo su imagen mucho más sencilla? ¿Y de BBVA, con la A volando en forma de flecha? Cada vez que una marca presenta se agita el avispero de las redes sociales, donde todos los diseñadores salen —salimos— a dar nuestra respectiva opinión.

¿Por qué es tan importante la hora de trabajo al momento de cotizar diseño? Prácticamente todos los presupuestos parten del tiempo que nos llevará llevarlos a cabo: su complejidad y hasta la cantidad de vueltas que nos hará dar el cliente antes de que el diseño vea la luz.