Lejos de pretender ser esta una selección acabada y perfecta, presento a continuación una serie de películas en las que la ciudad y su arquitectura asumen, ocupan e interpretan un rol quintaesencial dentro del relato cinematográfico, siendo las urbes captadas -por diversos motivos- de un modo único.
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1. Inception (2010) de Christopher Nolan
En Inception, Christopher Nolan hace uso de la arquitectura para mostrar lo incoherente del mundo onírico. Dom Cobb es un experto en el arte de apropiarse, durante el sueño, de los secretos del subconsciente ajeno. La extraña habilidad de Cobb le ha convertido en un hombre muy cotizado en el mundo del espionaje, pero también lo ha condenado a ser un fugitivo y, por consiguiente, a renunciar a llevar una vida normal.
Su única oportunidad para cambiar de vida será hacer exactamente lo contrario de lo que ha hecho siempre: la incepción, que consiste en implantar una idea en el subconsciente en lugar de sustraerla. Sin embargo, su plan se complica debido a la intervención de alguien que parece predecir cada uno de sus movimientos, alguien a quien solo Cobb podrá descubrir. Desafiando las leyes de la física, se construyen escenografías quiméricas que terminan por dar como resultado una gran obra de ficción que propone diversos niveles narrativos e instancias de interpretación.
2. Dogville (2003) de Lars von Trier
En Dogville, Von Trier dispone de un plano dibujado en el suelo para contar, a lo largo de toda la película, lo que ocurrirá en este espacio, un pueblo. Grace llega al remoto pueblo de Dogville huyendo de una banda de gángsters. Persuadidos por las palabras de Tom, que se ha erigido en portavoz de la comunidad, los vecinos se avienen a ocultarla. Grace, a cambio, trabaja para ellos. Sin embargo, cuando Dogville sea sometido a una intensa vigilancia policial para dar con la fugitiva, sus habitantes exigirán a Grace otros servicios que les compensen del peligro que corren al darle cobijo.
Así, a partir de esta planta de arquitectura, con su calle principal, acceso a la ciudad y diversos sectores, la película nos propone el absurdo y dramático desafío de reconstruir las transparencias de puertas y paredes, al mismo tiempo que experimentamos, de un modo brutal, la forma en que Grace aprenderá que en ese pueblo la bondad es algo muy relativo. Pero ella guarda un secreto que no quiere desvelar.