Concebir, programar, innovar, proyectar, realizar, adaptarse, son algunas de las palabras que pueden definir al diseño gráfico, todo esto se conjunta para lograr trasmitir una idea o mensaje a través de imágenes, espacios o escritos.
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Derivada del termino italiano Disegnoi “dibujo”, “la percepción de un designo que se tiene en mente”, “lo que esta por venir”; se puede decir que el Diseño es un proceso previo para la búsqueda de un solución. Aquí vendría la duda ¿solución a qué? Bueno, nos encontramos rodeados de cosas, productos, tecnologías que han venido a nuestra vida de una manera rápida y que no se conocen, ¿cómo saber de ellas? Se dice que vivimos en una época muy visual, es ahí donde estos artistas entran en acción.

Puede parecer sencillo pues así comenzamos a comunicarnos de niños, dibujando; sin embargo en este caso, se habla de una cuestión mas especializada y la cual va a la alza aún cuándo se tiene la idea de que es una profesión poco redituable.

En un estudio realizado en 2005 por la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) los grupos económicos realizan exportación de mercados creativos: los países desarrollados exportan un 58%, los que están en desarrollo 41% y las economías en transición un 1%. Al pertenecer México a la economía en desarrollo, las probabilidades de esta carrera aumentan

Esto se debe a que se conoce más el abanico de posibilidades laborales. Y aquí podemos encontrar al diseñador industrial quién busca crear, modificar objetos o ideas para que estos se vuelvan útiles, prácticos o atractivos visualmente y así satisfacer las necesidades del ser humano. Por su parte, el diseñador de interiores trata de formar la experiencia del espacio interior, con la manipulación del volumen espacial así como el tratamiento superficial. Para el caso de publicaciones como revistas, periódicos o libros, se necesita de un diseñador editorial en donde las tapas, los colores, la distribución de los textos y de las fotografías deben de tener una coherencia.