Columnistas

No importa en donde vivamos y que hagamos. En estos días queremos todo a la voz de YA. Libros y teorías han demostrado que el consumidor no sabe lo que quiere. Entonces ¿por qué han emergido empresas sumamente exitosas? Los dueños que antes jamás habían pensad en ser millonarios. Ahora, sin querer queriendo lo son. La antítesis puede ser que ellos mismo odiaban o siguen odiando al capitalismo, pero ese odio es enclaustrado en el closet hasta no salir por lo menos un unos buenos años. Todo esto tiene un punto y llegaré a ello.

El cambio es la única constante y debemos diseñar a la misma velocidad con la que cambian los medios sobre los que lo hacemos.

El muro de un colega incitaba a responder ¿Por qué hago lo que hago?, como en la consigna pedía que fuera sintética al estilo twitter decidí no escribir. Entregar la construcción de un diálogo tan íntimo a la obligación de cerrarlo en un simple concepto de algunos caracteres, era someter al tiempo invertido, a un maltrato al que no estaba dispuesto prestarme.

Todo esto que le llaman o llamamos innovación es parte de nuestra responsabilidad como creativos.

Hace años, tuve el privilegio de estar en una conferencia de uno de los mejores diseñadores que ha tenido Japón: Ikko Tanaka. Como sería en japonés, el uso de traductor era forzoso. Ya entrados en la plática, Tanaka contó un chiste sobre la marcha, solo que la traductora no lo captó en primera instancia, así que nos pidió toda apurada a la audiencia que por favor nos riéramos.

Olor y sabor a café; bocadillos, cuadernos colgando desde el techo y algarabía se escuchaba desde un fondo. Conforme me acercaba esas palabras iban formando piezas que cabían en un rompe cabezas, teniendo sentido. Mientras que en la oscuridad, desconocidas voces daban respiración boca a boca para resucitar a las antes enterradas y empolvadas obras literarias de Filippo Tomasso Marinetti, Pablo Picasso, Georg Trakl, y Vicente Huidobro.

Estos últimos días del año siempre son anormales. Están llenos de celebraciones, comidas, intercambios y convivencias que se van acrecentando hasta la navidad, donde dejamos nuestros trabajos para gozar de unas vacaciones, recibir a familiares de fuera o tener nuevas experiencias.

La semana pasada comenzamos un análisis de los tres aspectos necesarios para ser unas personas exitosas. Hablamos sobre el talento que traemos implícito y la necesidad de formarlo a través de la práctica. No todos lo tenemos en la misma proporción y a algunos nos cuesta un poco más de trabajo, pero resulta indispensable para ejecutar cualquier tarea que nos propongamos. De otra forma, sería como manejar un auto con llantas cuadradas.

Como diseñadores a veces somos clientes y a veces proveedores, sin embargo, muchas veces tratamos a los segundos como nos tratan los primeros, sin darnos cuenta que caemos en los mismos vicios.

Durante esta semana en Paredro te mantuvimos informado sobre lo que pasa en la industria diseño en cuanto tendencias, colores, logotipo y el mundo digital.